VIVIENDA MONTJUIC

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El proyecto consiste en la renovación de un apartamento ubicado en el distrito de Montjuïc de Barcelona. Una nueva atmósfera doméstica es creada a través de una composición poética de marcos blancos que difunden la luz natural. Este espacio fluido formado por una secuencia de habitaciones armoniza con la presencia de madera, luz y plantas.

 

La vivienda original estaba totalmente compartimentada por estancias escasamente conectadas entre sí. La primera intención es abrir el espacio, demoliendo las paredes divisorias existentes, para así mejorar la incidencia de la luz natural a través de los 13 metros de fachada orientados al noreste.

 

El diseño del proyecto es el resultado de crear una sucesión de 5 ambientes y umbrales que mejora la profundidad visual de la vivienda. Cada habitación está concebida como una caja perforada de luz relacionada con las otras habitaciones y con las vistas exteriores. La sala de estar, el comedor, la cocina, el baño y el dormitorio forman un espacio fluido único donde tienen lugar las diferentes actividades domésticas. El recibidor y un dormitorio secundario son las únicas estancias que no tienen ventanas que dan a la calle.

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Estas nuevas particiones en forma de marco crean límites que dividen y conectan las diferentes habitaciones mediante un lenguaje abstracto. De alguna manera, el propósito de construir es mostrar lo que no se construye, la apertura. Como mencionó Lao Tse en su libro Tao Te King; “Se moldea la arcilla para hacer la vasija, pero de su vacío depende el uso de la vasija. Se abren puertas y ventanas en los muros de una casa, y es el vacío lo que permite habitarla. En el ser centramos nuestro interés, pero del no-ser depende la utilidad.” 

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Con el objetivo de lograr una unidad material, el pavimento de madera de roble resalta el plano horizontal continuo en todo el apartamento. Dicho pavimento se eleva para satisfacer las necesidades domésticas de los usuarios, dando lugar a la instalación de tres tableros de roble situados a diferentes alturas. Estos elementos simples, colocados a 40, 75 y 90 centímetros de altura, respectivamente dan uso a un banco en la sala de estar, una mesa de trabajo en el comedor y la encimera de la cocina. Los tableros de madera longitudinales, junto con las ventanas de pino con tinte de roble, dan origen a una composición dinámica que promueve el acto de cocinar, comer, leer, sentarse y hacer el amor disfrutando de las vistas exteriores urbanas.

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Arquitecto: Román Izquierdo Bouldstridge

Promotor: Privado

Ubicación: Montjuic, Barcelona

Superficie: 58 m²

Año Proyecto: 2019

Año Construcción: 2019-2020

Fotografía: Adrià Goula

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